domingo, 23 de agosto de 2009

LA APITOXINA

APITOXINA


Cierto, la palabra VENENO siempre la hemos relacionado con la muerte ... pero, gracias a la Apiterapia, esta palabra se transforma en alivio, en reestablecer y en algunos casos también en curar. Una imagen vale más que cien palabras ... y esa imágen es la que adorna esta página ... sepamos como se define ese misterioso secreto que nos regalan las abejas:

Es un liquido claro y de reacción ácida, contiene un 88 por ciento de agua y enzimas que son proteínas, peptidos, aminas, azucares, fosfolipidos, aminoácidos y compuestos volátiles que poseen gran actividad biológica en los seres vivos.

Entre las enzimas (sustancias que aceleran los procesos bioquímicos) más conocidas se destacan:
Melitina:
Estimula la pituitaria para liberar ACTH, (hormona adrenocorticotrofica) que estimula las glándulas suprarrenales para producir cortisona.
Ella actúa sobre el sistema inmunologico, ayudando a que este vuelva a reconocer las articulaciones como parte del cuerpo y no como objetos extraños que urge atacar, como ocurre cuando hay artritis.
Es un antibiótico natural 100 veces más potente que la penicilina en su actividad antibacteriana, (contra bacteria gram-negativas y especialmente contra la cepa estafilococos aureus)
Peptido 401:
Tiene un efecto antiinflamatorio 100 veces más efectivo que la hidrocortizona (reduce el dolor y la inflamación)
Apamina:
Estimula la función hipofisicorticorrenal provocando un aumento inmediato del nivel de cortisona en la sangre. Este aumento en el nivel de cortisona contribuye a los efectos antiinflamatorios del veneno de abejas y también a un significativo incremento en los mediadores cerebrales: dopamina, noradrenalina y serotonina. Esto ultimo seria responsable de la elevación anímica.
Eficaz supresora del dolor.
Otros componentes:






Hialuronidasa, Histamina, Fosfolipasa A2, Adolapina, y otros Peptidos y Aminas , ayudan en el tratamiento de muchas ... muchas enfermedades

El pinchazo de la abeja, es la única manera efectiva que se conoce para controlar, la cantidad justa de veneno y evitar que las poderosas "enzimas" se descompongan por efectos del oxigeno, calor o luz. Actualmente, en Estados Unidos, algunos investigadores están recién aplicándolo vía inyectable, por tanto aprovechemos las jeringas perfectas que la naturaleza nos proporciona y que son mucho mejores que aquellas que la mejor tecnología nos pueda brindar.

Para actuar, el apiterapeuta, ayudándose con una pinza metálica, toma por el tórax a la abeja obrera que tiene entre quince y veinte días de vida y dirige el aguijón hacia el punto previamente seleccionado e insensibilizado y hace una suave presión sobre la piel para que se clave. Luego se retira rápidamente a la abeja que deja su glándula del veneno, con la otra mano se saca el aguijón con una pinza fina cuidando de no tocar la glándula.




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