Dr. Stefan Stangaciu
En la lista de las enfermedades que causan la muerte, el cáncer ocupa el segundo lugar después de las enfermedades cardiovasculares. Las causas, los síntomas y la evolución del cáncer son diferentes en cada persona. Millones de artículos se han escrito sobre este tema y espero que este pequeño agregado a esos millones, brinde una nueva luz y esperanza para los que sufren esta enfermedad.
LAS CAUSAS DEL CÁNCER
Tendencia hereditaria.
Una mala dieta (el consumir en la dieta diaria productos como: carne, leche entera, grasas de puerco, comida procesada y con conservadores químicos, pocas vitaminas, antioxidantes, entre otras).
Un sistema inmunológico débil.
Problemas psico-emocionales como: demasiadas preocupaciones, obsesiones, depresiones, tristeza, ansiedad, debilidad emocional y mental para enfrentar los problemas de la vida cotidiana.
Consumir substancias químicas.
La radioactividad.
Algunos tipos de virus y bacterias, parásitos intestinales.
Pereza de los órganos internos para realizar sus funciones.
Muchos de estos factores ocasionan en las células cierta clase de intoxicación (envenenamiento) y una baja en el sistema nervioso debido a la falta de nutrientes, vitaminas, enzimas, minerales, agua. El problema radica en no tener en el organismo una cantidad suficiente de sangre sana circulando, lo que incrementa el riesgo de transformaciones genéticas en las células de nuestros órganos, transformándolas en células cancerígenas.
FUNCION DE LA APITERAPIA
Si leyéramos atentamente un libro de medicina sobre oncología u observáramos atentamente a un paciente, veríamos que los síntomas, en su gran mayoría, son causados por esa sangre dañada y la falta de energía en el área afectada. Basándonos en esto, científicos de todo el mundo han comprobado que:
El veneno de abeja incrementa el flujo sanguíneo en el organismo.
La miel de abeja es la mejor fuente de energía (el combustible limpiador)
El propóleo incrementa el poder de inmunidad en el organismo.
La jalea real y el polen de abeja proporcionan a las células los mejores nutrientes y vitaminas.
Por supuesto, el mejor tratamiento es el especializado, el individualizado ya que, como dijimos, cada caso debe ser tratado de forma especial según sus manifestaciones. Aún así podemos dictar unos principios básicos:
La aplicación del veneno de abeja debe ser administrada únicamente por doctores especializados en apiterapia o médicos naturistas.
Los productos de la colmena deben de ser frescos, sobre todo la jalea real y el polen de abeja, su absorción por el organismo es muy rápida y va directo a la sangre.
El propóleo puede ser consumido en cualquiera de sus presentaciones: crudo, en tintura, en supositorios, en pomada, etc.
Junto con los productos de las abejas, las hierbas medicinales y otros remedios naturales deben de usarse según la situación del paciente.
Un buen psicoterapeuta puede hacer milagros, los temas a tratar con los pacientes deben estar orientados hacia el amor, la naturaleza, la fe, el optimismo y aportar razones para amar la vida y la salud.
Para estos pacientes la dieta es muy importante, es ideal una dieta vegetariana, fresca, 100% orgánica y llena de energía.
La limpieza del organismo es imperativa.
Aunque esta enfermedad parece ser un poco compleja y de difícil cura, el paciente debe tomar esta situación como cualquier otro problema en su vida que puede ser resuelto con inteligencia, ambición y mucho amor.
Recuerden que los apicultores (que utilizan todos los productos que la colmena produce), son personas longevas y muy rara vez encontrarán a alguno que padezca cáncer.
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